Así como se lleva registro de la historia clínica de cada paciente, debería existir una historia educativa de cada alumno, de cada escuela y de cada docente.
La escolarización sin datos significa que el sistema no puede aprender sobre la marcha y mejorar lo que hace. Significa que las políticas públicas se aprueban o rechazan, sin basarse en evidencia y sin poder medir el impacto real que tienen en el ecosistema educativo. Significa que los estudiantes no están obteniendo el valor total de la inversión del país en la educación pública, porque se gasta mal y a ciegas.