Si bien la educación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es gratuita para sus residentes, el sistema es financiado por los impuestos de los porteños, lo que crea una disparidad cuando los estudiantes de otras provincias ocupan vacantes en nuestras escuelas.
Este proyecto propone que las provincias reembolsen a la Ciudad por los servicios educativos prestados a los no residentes. De esta manera, buscamos que el financiamiento sea justo, reconociendo que quienes viven en la Ciudad contribuyen al sostenimiento del sistema educativo. Con este proyecto, aseguramos una distribución equitativa de los recursos, sin que la calidad educativa para los porteños se vea comprometida.
Es un paso más hacia un sistema educativo que respeta los principios de equidad y autonomía, asegurando que cada provincia cumpla con su responsabilidad de financiar los servicios que reciben sus habitantes.