En los últimos días se modificó la Ley de mecenazgo cultural en la Legislatura porteña. Esto permite a los contribuyentes, invertir en proyectos culturales y deducir de sus impuestos parte de lo donado.
A través de este sistema, se prevé que se inviertan hasta 4 mil millones de pesos para cultura, solo en 2024. Es hora de hacer lo mismo con la educación. ¿A dónde irían a parar nuestros impuestos, si pudiéramos elegir exactamente cuáles son las prioridades? Vaya donde vaya, cuando hago esta pregunta, son muchísimas las personas que responden que de existir un sistema de mecenazgo educativo, elegirían destinar un gran porcentaje de sus impuestos a la mejora de la educación.